Cuando pensamos en guantes calefactables nos viene a la mente un guante de esquí grande y voluminoso.
Si bien para la práctica de los deportes de de invierno como el esquí, la travesía o el snow boarding pueden resultar perfecto, de cara a la escalada y el alpinismo esta opción no es la más aconsejable dado que necesitamos agarre y maniobrabilidad al mismo tiempo que protección ante el frío.
Un guante o manopla calefactora para las montaña debe de proporcionar el tacto suficiente para maniobrar con los agarres y piolets pero a la vez resguardarnos de las temperaturas gélidas y del contacto con el hielo. Estas son las premisas y las protecciones contra la congelación que elijamos no deben de hacernos elegir entre pasar frío o aumentar la torpeza y dificultad de los movimiento con las manos. Parece difícil verdad. Pues vamos allá.
El guante calefactor para montaña
Un guante calefactable además de proporcionar calor mediante sus pequeñas baterías debe de tener un diseño que además permita preservar el calor emitido tanto por su sistema eléctrico como el generado por el cuerpo humano. Para ello resultan indispensables ciertas características. A saber:
- Debe de contar con con un diseño de capas de fibras térmicas y que permitan preservar el calor pero también evacuar el sobrante así como la humedad acumulada dentro del guante.
- Para mejorar el agarre las costuras alrededor de los dedos deben de ser las menos posibles, esto se torna imprescindible cuando la situación se torna delicada. Está claro que nunca van a ser como un mitón pero deben permitir sentir la roca y el hielo.
- La parte de la muñeca también es clave, son recomendables aquellos que cuenten con una parte elástica y un guantelete con cremallera para adaptarse perfectamente a cualquier combinación de chaqueta. Esto nos facilitará el trabajo ya estés colocando tornillos de hielo o manejando el cinturón.
- La parte del dorso de la mano además de los dedos son las partes más sensible de las manos, es donde menos grasa se acumula y por tanto donde menos protección natural hay. Además suelen ser proclives a recibir ciertos golpes, por los que una buena protección es más que recomendable. Elementos naturales como el cuero de cabra, también llamado flor para exterior, combinado con material térmico o Gore Tex nos aislarán del gélido frío y mantendrán a raya la humedad exterior y nos resguardarán de los golpes más livianos.
- Detalles imprescindibles como un clip para el cinto o un lazo pull-on también marcarán la diferencia en la subida alpina, ya que quizás debas de utilizar más de un par de guantes en la ascensión.
La batería eléctrica para la calefacción y el sistema regulador
Es recomendables que la batería sea recargable, a poder ser de de iones de litio. Respecto al sistema regulador al menos debe incorporar tres diferentes ajustes de calor pudiendo ser controlados mediante interruptor o con un sistema de software vía app. Nuestra recomendación, un interruptor que sea lo suficientemente grande para funcionar sin quitarse los guantes.
Los elementos calefactores se extienden a lo largo de los dedos y deben distribuir uniformemente el calor. Un pequeño compartimento guarecerá las pequeñas batería situándolas fuera del alcance de golpes y por supuesto en una localización que no te moleste en tus movimientos
Si has estado acostumbrado a usar calentadores de manos químicos notarás la diferencia, calor de los dedos sin las manos sudorosas.
Factores de elección de un guante calefactable
Contar con un guantes con calefacción está bien, pero de nada te servirán si no cumplen con su misión en el terreno de montaña que vaya a practicar. Por ello debería de tener en cuenta estos factores:
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¿Grueso o delgado?
Una mano bien cerrada alrededor de los mangos de tu equipo alpino significa más fricción y menos esfuerzo muscular. Esto se torna más importante durante una ruta mixta con dificultad. También está la dificultad de colocar el equipo de forma rápida y eficiente con unos guantes gruesos. La ecuación está clara, a mayor grosor mayor dificultad pero mayor protección ante las inclemencias.
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Que zonas proteger específicamente
La mano está diseñada para aislarse en la zona de la palma, allí se acumula más grasa. Por tanto dorso y dedos de manera prioritaria. ¿Pero que pasa con el contacto entre metal y palma? Ahí está el problema, por una parte la fricción genera calor, pero el metal transmite el frío hacia la zona de la palma. Por tanto si en tu actividad la fricción va a ser constante te hará falta menor protección.
En contraste, la parte posterior de su mano tiene una piel más delgada, y no tiene la misma grasa y tejido conectivo que el lado palmar. Los vasos sanguíneos que necesitamos mantener calientes en el frío son visibles bajo la piel. Mientras que el lado palmar de su mano es resistente a temperaturas extremas, la espalda es exquisitamente sensible en comparación.
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Nieve y dorso
En salientes y durante la escalada es fácil que tengas que retirar nieve y esta se puede llegar a acumular en el dorso de la otra mano, si esto forma parte de tu paso por la montaña unos guantes con una protección extra en esta zona y que además no te restarán sensibilidad te irán bien.
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Cuestiones de Ajuste
En el lado funcional de la destreza el ajuste del guante es muy importante. En guantes más gruesos, un diseño pre-curvo y cuidadoso de la articulación del dedo marca una gran diferencia. Las propiedades de fricción de la superficie palmar son realmente importantes para un buen agarre con menor esfuerzo muscular. También es importante comprar la talla correcta . Comprar tallas más pequeñas para evitar que el exceso de guante sobresalga más allá de la punta de los dedos no es una buena solución. Cuando cierras la mano alrededor de un bastón o un piolet de hielo, el guante estará demasiado apretado cerrando los vasos sanguíneos y provocando una bajada de temperatura dado que el paso de la sangre disminuirá
Guantes con calefación eléctrica
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Guantes calecfactables
Resumen
Consejos de uso, materiales y valoración