Uno de los mil senderos por explorar que tiene la Reserva de la Biosfera que es la Sierra de las Nieves se trata del que nos conduce de Arroyo Fuensanta a Peñón de Ronda y que transcurre por el término del municipio serrano de Yunquera (Málaga).
Descripción de las ruta senderista
El recorrido se inicia en la zona de acampada de Los Sauces, y nada más iniciar la senda, como se ve en la primera imagen, ya podemos ver al primer pinsapo.
Una primera parte de la ruta, unos 2 Km, transcurre por una pista forestal rodeada de extensos pinares de carrascos intercalados con espesos bosques de encinas, quejigos y algún abeto pinsapo escondido. Además en un nivel inferior abundante e infranqueable matorral mediterráneo (aulaga, jara, matagallo, torvisco, rosal silvestre…).
Ganando altura en la montaña
Poco a poco, a causa de la altura, el paisaje empieza a cambiar: en las faldas del Peñón de Ronda un ecosistema más estepario, propio de los fríos inviernos que ahí se dan, que cuenta con alguna encina y algún quejigo disperso pero de portes espectaculares.
La jornada en que se hizo la excursión, en diciembre, la meteorología proporcionó cielo cubierto que se traducía en niebla espesa en el macizo que íbamos a subir, por medio de la bruma estaba el camino. Además hacía fuerte viento de Levante, lloviznaba y el frío era a tener en cuenta.
Mientras vamos dejando atrás la llanura, entre la niebla (primera imagen de esta serie), la senda nos acerca al pico final, entre una espesa niebla que no deja ver más de 50 metros pero que deja intuir grandes barrancos.
Es un paisaje rocoso bajo la llovizna, la niebla y los enebros, que son los que dominan en lo alto de la montaña. En la bajada por la ladera opuesta a la de la subida, la niebla era aún más espesa.
Se trata de una zona que ha sufrido un incendio forestal pero que conserva algunas especies de pinaster y sobre todo extensos campos de aulagas. Abajo la niebla desaparece y el paisaje da un espectacular cambio.
En primer lugar aparece un bosque de pinos carrascos muy espeso…. que da lugar a un bosquete de pinsapos de edad avanzada. Además se observan algunos álamos. Por el otro de la cañada se ven grandes precipicios y en la ladera, muy cerca, un cerezal.
Interminables bosques: de pinar de carrascos, piñoneros, encinas, pinsapos… más variedad imposible. Esa zigzagueante senda entre el pinar conduce a unas antiguas minas de galena. Pues sí más variedad, volvemos a la zona de partida: más encinas, alguna seta, caramujos, quejigos, pinsapos, chaparros, matorral mediterráneo… Y para rematar una antiquísima y enorme encina en la zona de Fuensanta.
