Para poder afrontar la escalada no sólo hace falta estar en perfectas condiciones físicas y tener la técnica necesaria para poder superar con éxitos los retos que nos proponemos.
También necesitamos tener un entrenamiento mental previo que nos ayude a poner en armonía nuestros pensamientos y a focalizar toda nuestra energía en nuestro ascenso. Conceptos como la autoconfianza, el control de la ansiedad son fundamentales para poder tener la madurez mental en estas actividades.
Entrenamiento mental para la escalada
Entrenar la mente es uno de los elementos más complicados en la escalada de montaña, es más fácil medir las mejoras que estamos obteniendo cuando entrenamos el físico o la técnica, sin embargo la mente sólo podremos saber si hemos avanzado cuando se nos presenten situaciones que antes no dominábamos. Por ello, es necesario establecer una rutina y ser constantes en el esfuerzo.
Una de las técnicas que se trabajan es la visualización, que es imaginarnos cómo vamos a realizar la escalada, donde vamos a descansar y cómo abordar los errores que podamos cometer. Existen tres tipos de visualizaciones.
La visualización externa consiste en verte a ti escalando desde un punto de vista observador. La visualización interna implica ver cómo estás escalando pero viendo lo que verías con tus propios ojos. Por último la kinescéstica implica no ver nada, sino sentir lo que estás imaginando.
La visualización tiene un gran valor sobre todo cuando vas a abrir nuevas vías, así puedes imaginar los problemas que se te van a presentar y resolverlos, pues ya has buscado antes la solución. Para las escaladas deportivas, una visualización correcta puede suponer la diferencia entre ganar o no hacerlo.