Contra todo pronóstico. Alberto Ginés ha dado la que quizás sea la mayor sorpresa de las olimpiadas de Tokio logrando la medalla de oro en escalada en estas las primeras competiciones olímpicas en que la escalada participaba.
Alberto Ginés con apenas 18 años ha hecho una de esas machadas que raras veces se pueden ver en el deporte de alta competición. Nadie, o casi nadie, le esperaba en el pòdium olímpico pero allí se ha presentado en una competición en la que se ha primado la regularidad entre bloque, velocidad y dificultad.
Quedando último en bloque, parecía que sus posibilidades se desvanecían, pero su cuarto puesto en dificultad y primero en velocidad lo han aupado hasta el Olimpo de los escaladores en esta su primera edición.
Y es que los escaladores que hasta ahora han dominado el panorama de escalada siempre han adolecido de estar especializados en una de las modalidades y aunque el perfil de Ginés no dista mucho de estas característica, y a pesar de quedar último en bloque su espectacular subida en velocidad junto con la actuación en dificultad (Su especialidad) han hecho de él oro olímpico en Tokio.
El camino hacia el oro olímpico en escalada
Pocos recursos públicos, casi nulas instalaciones en España a la altura de una participación olímpica para entrenarse y un deporte admirado pero con poca implantación en uno de los territorios más montañosos de Europa. Todo apunta a gesta y así lo ha sido.
Nuestra enhorabuena a Ginés por épico triunfo, y es que el deporte a veces nos regala estas perlas que son difíciles de contar, pero fáciles de sentir.