Sabemos que los trabajos verticales son aquellos que se realizan mediante técnicas de acceso y posicionamiento mediante cuerdas u otras plataformas para la realización de estos trabajos en altura. Estos trabajos se llevan a cabo en zonas donde la dificultad de acceso es máxima como edificios, puentes, andamios… por todo ello, estos trabajos tienen una serie de dificultades propias de ellos.
Principales riesgos en el trabajo vertical
De entre los principales riesgos a los que nos vemos sometidos cuando se llevan estos trabajos destacan los riesgos musculo esqueléticos, para reducirlos es conveniente que se utilicen algunos asientos precisamente diseñados para ellos que eviten los problemas ergonómicos. Gracias a ellos, se mejora la circulación sanguínea y por tanto se disminuye la presión ejercida por el arnés.
Además, del asiento es importante que el trabajador adopte una postura simétrica, con la espalda recta y se evitan así la flexión excesiva de las extremidades y las posturas forzadas.
Otro de los grandes males que afectan a los trabajos verticales son los accidentes que se producen durante la ascensión o el descenso. Para ello se recomienda que este se lleve a cabo de forma pausada y uniforme, así se evita una mala distribución del peso y evita que el trabajador necesite realizar algunas posturas forzadas que pueden hacer perder el equilibrio y por tanto provocar una pérdida de la estabilidad.
Para ambas cuestiones, se siguen desarrollando en el mercado nuevos modelos de plataformas con asientos ergonómicos integrados que facilitan tales cuestiones de seguridad vertical.
Si se toman las medidas de seguridad necesarias, no debería haber sorpresas. Pero a veces se hacen las cosas con prisa y ocurre lo que ocurre. Un saludo.