Un glaciar es un río helado formado por la acumulación de nieves en las partes altas de las montañas. Estas masas de nieve se van compactando hasta formar hielo y se desplazan hacia zonas bajas debido a la fuerza de la gravedad.
El desplazamiento de un glaciar no es homogéneo, sino que varía según la orografía del valle por el que se mueve. Puede variar desde unos pocos centímetros al día a unos cuantos metros. Asimismo es más rápido por el centro de la lengua que por los lados, debido a la fricción con las laderas.
La masa de hielo, formado en ocasiones a lo largo de varios años, presenta cierta elasticidad, adaptándose a la forma del valle. Cuando encuentra una parte convexa puede llegar a romperse, formando grietas que pueden tener varios metros de profundidad. Y si la zona es muy convexa, las grietas pueden dar lugar a bloques de hielo que pueden desplazarse y romperse, formando los peligrosos séracs.
Un glaciar es un inmenso agente erosivo que va dando forma a los valles al recorrerlos. En su avance engulle y arrastra gran cantidad de materiales, que se depositan valle abajo cuando el hielo se derrite: son las morrenas, tanto frontales como laterales.
Grietas
- Las grietas son el principal peligro al atravesar glaciares.
Normalmente: - Son transversales al avance del glaciar
- Hay más en los lados que en el centro
- En una curva, hay más en la pare exterior que en la interior
- En verano suelen estar a la vista, y por tanto es fácil esquivarlas. Pero en otras épocas del año, o cuando ha nevado recientemente, pueden quedar peligrosamente tapadas, y al caminar por la nieve corremos el peligro de caer.
- En ocasiones es difícil imaginar que bajo un amplio manto de nieve haya multitud de grietas y peligros. Siempre hay que tener presente que muchas veces las grietas más peligrosas no son las más grandes, sino las que más se ocultan a nuestra vista.
Rimayas
Las rimayas son las grietas que separan la masa de hielo y nieve de las paredes rocosas laterales del valle. También pueden estar cubiertas de nieve, por los que los peligros son similares a los de las grietas.
Al cruzar un glaciar:
- Si no hay nieve y tiene cierta inclinación (por encima de 10º) es imprescindible el uso de crampones, para no resbalar al caminar sobre el hielo.
- Como las grietas suelen ser transversales, mejor cruzar un glaciar en diagonal, para evitar el riesgo de caminar mucho tramo sobre la grieta oculta.
- No caminar por el borde (labio) de la grieta o rimaya, para evitar el riesgo de que ceda bajo nosotros.
- Si hay nieve, y por tanto riesgo de no ver la grieta, es imprescindible caminar encordados en ensamble. Cordadas de dos a cuatro miembros, de forma que si el primero cae los demás pueden reaccionar, frenar la caída, y rescatar al accidentado con relativa facilidad.
Cruce de grietas
El primer método es dar un rodeo para esquivar la grieta y los peligros asociados.
El segundo, si la grieta es estrecha, es pasarla de un salto o zancada larga. En este caso también se hace encordados, dando suficiente longitud de cuerda para no verse frenado a mitad del salto.
Muchas grietas tienen puentes de hielo, formados por acumulación de nieve, por los que se puede pasar. Hay que extremar las precauciones, y sólo atreverse sin son sólidos. Se cruzan de uno en uno, manteniendo asegurado con la cuerda al que cruza. Según se avanza hay que comprobar la solidez con el piolé. No olvidar que a primera hora son mucho más seguros que al atardecer, ya que el calor del día puede haberlos debilitado.
Siempre encordados
- Al caminar por el glaciar hay que ir siempre encordados, en ensamble:
- De dos a cuatro montañeros unidos por la misma cuerda, con nudos ocho doble al arnés.
- Toda la cordada avanza a la vez, salvo puntos delicados que justifiquen realizar un anclaje (con uno o más piolés u otro sistema) para asegurar al que avanza.
- La separación entre montañeros debe ser entre 10 y 15 metros.
- La cuerda debe ir bastante tensa, para frenar cuanto antes en caso de caída.
- Suelen usarse cuerdas dinámicas de 8 ó 9 mm de diámetro.
- En caso de caída del primero de la cordada en una grieta, los demás deben reaccionar clavando talones y piolés, para frenar la caída cuanto antes.
- Muchos montañeros hacen un nudo ballestrinque al piolé cuando avanzan en ensamble, para que el frenado en caso de caída también se haga con el piolé clavado.
- El primero y último de la cordada no deben atarse al extremo de la cuerda, sino que deben dejar varios metros, que pueden ser muy útiles para rescatar en caso de caída. Este extremo sobrante se lleva en la seta de la mochila o enrollado al pecho.
En caso de caída
- Toda la cordada, y otras que haya cerca, debe movilizarse para el rescate, abandonando cualquier otro plan que tuviera.
- La técnica más empleada en el montaje de un polipasto para una correcta repartición de cargas, y poder tirar de la cuerda para sacar al accidentado.
- ambién hay técnicas de autorescate basadas en nudos autobloqueantes.
- Si el accidentado dispone de tornillos de hielo y se autoasegura dentro de la grieta, las tareas de rescate se facilitan sobremanera.
Las técnicas de rescate en caso de caída en grietas o rimayas son bastante complejas, y conviene aprenderlas bien realizando un curso impartido por especialistas.