La escalada se ha convertido en uno de los deportes de riesgo más demandados por los viajeros más aventureros. Las sensaciones de adrenalina y las emociones frente al peligro se convierten en el ingrediente principal de este tipo de experiencias.
Es por ello que los amantes de la escalada buscan en sus destinos de viaje lugares que le ofrezcan atractivas opciones para practicar esta riesgosa actividad, no solo por las emociones que pueden sentir, sino también porque desde lo más alto las vistas se vuelven más espectaculares.
Uno de estos destinos, que ofrece cientos de posibilidades para los aficionados a las alturas, es Cuba, una isla caribeña que propone la escalada más tropical del mundo. Desde el año 1997 ya se realizaban actividades relacionadas con la escalada en este país.
Un grupo de especialistas de la Sociedad Espeleológica de Cuba apoyados con técnicas en top rope (técnica donde la cuerda se encuentra por encima del escalador, lo que no permite que las caídas sean demasiado largas) practicaban escaladas en inmensas rocas en la isla.
Primera competición de escalada cubana
Carlos Pinelo, Echazabal, Anibal Fernandez, Mederos, Humberto Habrahan, Ananay Jimenes, quienes estaban a la vanguardia con respecto a estas actividades, organizaron la primera competición de escalada. En ese mismo periodo Alberto Morales fue el encargado de abrir la primera ruta oficial en el valle de Viñales (Colombia y el Caimán del Caribe). Una zona que fue declarada en 1999 por la UNESCO, Patrimonio Natural de la Humanidad, en donde los visitantes podrán disfrutar de las hermosas tonalidades verdes que caracterizan los campos cubanos, así como su majestuosa belleza.
No fue hasta el año 1999 que un grupo de norteamericanos liderados por Armando Menocal (Craig Luebben y Camoron Cross) equipan las rutas más bellas del Caribe en el sector de la Costanera, al norte del poblado de Viñales.
Los aperturistas se sorprendieron en el segundo largo de Flyin Hyena en el que encontraron pitones, herramientas que se utilizan en la escalada, que, al decir de los campesinos de la zona, unas españolas hace unos 15 o 20 años atrás las habían colocado para rapel, un sistema de descenso por superficies verticales.
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El Valle de Viñañes la meca de los escaladores cubanos
Precisamente en el valle de Viñales es donde se ha desarrollado con mayor fuerza las actividades de escalada en la Isla. Ubicado en Pinar del Río, la provincia más occidental de Cuba, se encuentra esta zona, conocida como el Parque Nacional de Viñales; que ocupa la porción centro-oriental de la Sierra de los Órganos. Se extiende de NE a SW con un ancho máximo de 8 km y un mínimo de 2,5, abarcando un total 15.010 hectáreas de vegetación, elevaciones y mágicos rincones ideales para perderse.
El marco geológico de las rocas de Viñales es del Jurásico Inferior-Medio al Oxfordiense y están representadas por areniscas, lutitas, pizarras y algunos conglomerados, con calizas bien estratificadas, depositadas en ambiente de plataforma de edad Jurásico Superior (Oxfordiense a Tithónico).
Se destaca además por tener una vegetación peculiar, cuya flora agrupa a más del 30% de sus especies como endémicas, de estas, 73 especies únicas de mogotes y 59 representadas exclusivamente en el Parque. En cuanto a la fauna, el 90% de los moluscos son endémicos, además de cinco especies de reptiles y tres de anfibios. Todo ello la convierte en una de las zonas naturales con mayor diversidad en la isla, un escenario único para disfrutar de lo más espectacular del paisaje rural cubano.
Su ubicación geográfica lo convierte en el principal polo turístico de la región, que salta a la vista cuando se visita este Parque Nacional. Con su paisaje que, históricamente ha cautivado a poetas, pintores, científicos, turistas y nativos; atrapa al que es capaz de captar su belleza, matizada por una combinación de colores en las que, resalta la variedad de la vegetación, las peculiares formas del relieve (Mogotes) y las tierras labradas minuciosamente por los campesinos locales.
Se trata de un área de fácil acceso y la calidad de su caliza, con extraplanos y techos moldeados por la erosión y deposición de carbonato de calcio que se representan con estalactitas y chorreras; son elementos que han contribuido a que se convierta en una de los destinos por excelencia para la práctica de la Escalada deportiva en América.
En este sentido, un grupo de jóvenes liderados por Yaroby García, organizan festivales, exploran y abren ininterrumpidamente nuevas áreas en Cuba, de manera autogestionada, sin contar aún con apoyo institucional. En otras provincias: Mayabeque, Sancti Spíritus, Camagüey, Holguín (segunda mejor zona para la escalada) y Santiago de Cuba, donde también se pueden disfrutar de las actividades relacionadas con la escalada.
Sin embargo, en Cuban, es el Valle de Viñales la meca de este deporte, que hasta la fecha ya sobrepasan las 400 rutas creadas para su práctica, algunas de ellas de 6 largos y 150m de altura, en unos 40 sectores.
Cada año unos 500 escaladores foráneos visitan el valle atraídos por la calidad de su caliza y valores tales como: biodiversidad, historia, cultura, espeleología, senderismo, mountain bike, parapente y otras maneras de disfrutar de las oportunidades que nos brinda la naturaleza de la mayor de las Antillas. Actividades que no solo permiten apreciar y tomar las mejores imágenes del paisaje cubano, sino que además le otorgan a los que lo practican esa sensación de “estar vivo” que tanto buscan. Reafirmando así que es en Cuba donde se hace la escalada mas tropical del mundo.