La progresión con piolet y crampones revolucionó las posibilidades de la escalada y favoreció el diseño de las herramientas actuales.
Cuando la pendiente se acerca a la vertical, la única forma de poder conservar el equilibrio es tener siempre al menos tres puntos de apoyo, igual que en la escalada en roca, así como un cuarto punto, que será el que desplazamos para progresar.
En esta técnica empleamos una herramienta en cada mano en posición de tracción, por lo general un martillo-piolet o un piolet de similares características, combinado con la técnica de cramponaje de las puntas delanteras.
Uso de los piolets para tracción y progreso en la subida
El peso ya no descansa íntegro sobre los crampones, éstos ahora solo reciben parte de la carga, puesto que los brazos asumen al traccionar sobre las herramientas, gran parte del peso. Aun así, la utilización correcta de los crampones es primordial para escalar con soltura y seguridad.
La posición que adoptamos es muy natural y la técnica sencilla de aprender, por lo que cualquier escalador con un mínimo de fuerza en los brazos, puede desde el primer día practicar esta técnica de escalada si dispone de los útiles adecuados.
Ahora bien, esta engañosa simplicidad puede llevar a enfrentarnos con situaciones que difícilmente podremos resolver y que pueden concluir con una caída.
La escalada extrema en hielo está compuesta por un conjunto de sutilezas, donde el conocimiento profundo del terreno, del material y su aplicación, así como de nuestras posibilidades y recursos, son tan importantes o más que la técnica en sí misma.
En consecuencia, igual que en cualquier faceta de la montaña, hay que asumir un ordenado aprendizaje, a ser posible con personas expertas y enfrentarse a las dificultades de forma progresiva, a medida que crece la confianza en nosotros mismos.
Hay que destacar que la dificultad en hielo es un término ambiguo que no se relaciona forzosamente con la mayor o menor verticalidad del itinerario.
El hielo es una materia sutil y cambiante y puede transformar su calidad en pocas horas por efecto de los agentes atmosféricos.
Para tener una visión objetiva de dificultad en la escalada en hielo hemos de tener en cuenta además factores como:
- Aislamiento de la ruta,.
- Longitud.
- Dificultad en caso de retirada.
- Continuidad de los tramos más verticales.
- Calidad del hielo.
- Posibilidades de aseguramiento.
- Evolución meteorológica antes y durante la escalada.
- Capacidad propia y de nuestros compañeros y equipo con el que contamos.
Como veis una larga lista, que hace que en la escalada en hielo haya que ser prudente y realista.
Las herramientas para la escalada en hielo
El piolet tracción requiere unas herramientas y unos accesorios adecuados y preparados a tal efecto. Bien manejados, pueden permitirnos afrontar muros de hielo verticales e incluso extraplomados
Piolet
Las herramientas de mano pueden ser dos piolets, dos martillo-piolet o un martillo y un piolet, siendo esta última combinación la más polivalente, puesto que disponemos de la pala del piolet para tallar repisas y desalojar nieve, a la vez contamos con el martillo para colocar pitones de hielo o roca si fuera preciso.
Es conveniente que las herramientas sean idénticas para no extrañar el comportamiento de trabajo de ambas cuando las cambiamos de mano.
Hace años la tendencia era llevar un martillo piolet muy corto, pero esta solución es poco eficaz por la poca pegada que tienen estas herramientas y el problema que surge de golpearse los nudillos al quedar poco espacio para que la mano trabaje.
Actualmente los útiles de unos 50 cm demuestran ser los más eficaces y polivalentes, tanto en la versión martillo como en la de piolet, pues la única diferencia entre ambos es la parte posterior de la cabeza.
La hoja o pico puede ser: curva clásica, banana o recta, pero siempre ha de tener un diseño adaptado al trabajo de tracción, es decir con la inclinación adecuada.
La mano ha de asir el mango justo por encima del regatón, para aprovechar en la oscilación toda la longitud de la herramienta y conseguir una pegada más eficaz.
Por tanto, las dragoneras de mano se han de ajustar para esta medida y además deben permitir sacar y meter la mano con facilidad. Como vimos en el capítulo de material podemos colocar cintas o cordinos que unan las herramientas al arnés para colgarnos de ellas.
Crampones
Con respecto a los crampones, han de ser rígidos y con las puntas cortas, para evitar que el pie se quede separado del hielo con las mismas a medio clavar, situación muy incómoda y desagradable.
En hielo blando interesaría que las puntas fueran más largas, pero las condiciones que habitualmente se encuentran en terrenos verticales aconsejan la primera solución, ya que no podemos llevar un crampóncrampón para cada tipo de hielo.
Las puntas han de estar poco inclinadas, para aprovechar el impacto frontal del pie. La pareja de puntas diagonales cercanas han de servir de apoyo estabilizador y por tanto han de estar a una distancia razonable, no retrasadas en exceso.
Las puntas frontales, pueden tener sección vertical a modo de pico de piolet e incluso una sola punta, los crampones de este último tipo resultan muy específicos para cascada, pero poco polivalentes. El sistema de fijación más recomendable es el automático tipo esquí con horquilla delantera, es rápido y cómodo de quitar y poner, además confiere al conjunto crampón-bota una gran solidez.
-
Progresión en hielo
Resumen
Uso de piolets y crampones