Sin embargo necesitamos de estos lugares que nacen de valores tan poderosos como pueden ser la fuerza de sus paisajes o la permanencia de su silencio. Por ello las Naciones Unidas han reconocido su papel en el mantenimiento de los ecosistemas en el mundo.
Las montañas son mucho más que una rugosidad de la tierra, son la suma de su majestuosidad de su belleza y del sentimiento que les han otorgado los alpinistas.
Un sentimiento que nace de la pasión por las cumbres y del poso cultural que originan, las montañas son templos de encuentro del hombre consigo mismo y con la naturaleza más soberbia.
Por eso debemos preservar su armazón físico y la esencia de estos parajes. Miró este monte y pienso que la relación del hombre y la montaña es tan antigua como la propia humanidad.
De los Alpes al Everest, pasando por el Atlas, los Andes, las Rocosas, los Pirineos o los Urales. Las montañas han servido de refugio, brindando protección contra el viento a los que se atrevieron a vivir a su sombra.
Más de tres mil millones de personas dependen de ellas para obtener el agua necesaria para su supervivencia. Las montañas fundamentales para la vida y deben de preservarse para las generaciones posteriores.
Las cadenas montañosas se extienden por todos los continentes y debajo de los mares.
Booking.com
Situación
En distintas latitudes y diversos ambientes, diferenciándose por sus alturas y sus climas. El patrimonio natural montañoso es incomparable.
Hay montañas subárticas como el Matilda en Alaska y antárticas como el Vinson dominados por el hielo hasta su base. Son cordilleras donde el frío impone su ley, sin embargo el Kilimanjaro en África es un ejemplo de montaña tropical con un solo glaciar en retroceso en su área de cumbre que ha sido inmortalizado por una de las más famosas novelas “Las nieves del Kilimanjaro”
Otro volcán el Guayatín que se eleva en la frontera entre Chile y Bolivia representa en cambio una formación de una cordillera en un medio arisco para la vida humana. Por el contrario las masas glaciares del monte Cook en Nueva Zelanda son el mejor ejemplo de una montaña oceánica con abundantes precipitaciones de nieve provocadas por el cercano mar de Tasmania. Pero también hay montañas caracterizadas por la roca como las graníticas. Por ejemplo las Torres del Tranco en Pakistán o las Agujas de Chamonix en los Alpes. En sus perfiles verticales no hay lugar más que para líneas huidizas al vacío, Abismos embriagadores de calcáreas como los Dolomitas o el Naranjo de Vulnes en Picos de Europa.
Las montañas son también la mejor prueba del dinamismo de la Tierra que se manifiesta en monumentales actos de creación y destrucción. Volcanes en actividad con todo su su poder de intimidación y de fascinación. Caminando sobre ellos se siente el temblor del suelo. Se oyen sus rumores continuos se admira sus extrañas arquitecturas y colores, se percibe un planeta que tiembla respira y se transforma en un proceso continuo.
El proceso de creación comienza de nuevo, bloques continentales en la Tierra que pueden tener cientos de millones de años y que ahora salen del interior del volcán para que el proceso nunca se detenga.
Su tierra fértil ha atraído a hombres y mujeres que desafiando sus explosiones impredecibles han vivido a su sombra, en las cordilleras se encuentra también el archivo de las grandes fuerzas internas que aún se comprimen, vistiendo la corteza terrestre.
El mejor ejemplo de la lucha de estas fuerzas será en la colisión de las dos placas tectónicas que aún hoy en día siguen levantando hacia el cielo las montañas más altas de la tierra el Himalaya y el Karakórum
Pero estos paisajes únicos se van transformando y sus contrastes se van diluyendo cuando en las montañas entran los modelos urbanos y los medios mecánicos, como una profanación de los últimos reductos naturales.
Es probable que dentro de poco se levante un hotel en este lugar, al pie de la cara norte del Everest.
El interés humano por las montañas es producto del renacimiento que con su espíritu crítico fue precursor de la fascinación por las montañas.
El poeta italiano Petrarca considerado como uno de los humanistas más representativos de su época escaló en 1336 el Monte Ventoux. Una vez en la cumbre Petrarca leyó un pasaje de las confesiones de San Agustín.
Los hombres admiran las cimas de las montañas, el curso de los ríos, los movimientos del océano, la marcha de los astros y se olvidan de sí mismos.
En 1786 con la ascensión al Mont Blanc, la cumbre más alta de los Alpes se daba el primer gran paso en el devenir de la aventura en montaña en el largo camino que llevaría al ser humano hasta más allá de los ocho mil metros de altitud. El 8 de agosto de 1786 culminaban con éxito once años de tentativas tan persistentes como infructuosas
El conjunto escultórico erigido frente al Mont Blanc supone el reconocimiento de las generaciones posteriores al hombre que inventó el alpinismo. Desde entonces en los Alpes se vivirán las más duras y épicas aventuras alpinistas y escaladores.
Más tarde llegó el Cervino otro hito en los Alpes, el Cervino y después la democratización de la escalada y el alpinismo. Hasta llegar al día de hoy
